El universo bello y extraño de Floria Sigismondi

Floria Sigismondi nace en en la ciudad italiana de Pescara en 1965. Hija de un matrimonio cantante de opera, pasa la infancia rodeada por el ambiente teatral y desarrollará su especial imaginación entre bambalinas. Se puede decir que la infancia de Sigismondi ayudó a germinar en la artista ese aire teatral y sobrefictício que más tarde impregnaría su obra y su trayectoria actual.

A los dos años emigra junto a su famila a Canadà, a una ciudad industrial llamada Hamilton, cercana a Ontario, donde pasará su infancia hasta 1987 cuando inicia sus estudios de pintura e ilustración en la Escuela de Artes de Ontario. Graduada en Fotografía pronto comienza a trabajar con éxito dirigiendo videos musicales y ampliando su faceta como directora artística.

Floria, curtida entre clips musicales, pronto explota su faceta multidisciplinar, combinando la dirección artística de video-clips con la fotografía y la escultura. Incorpora elementos de la cinematografía clásica y la pintura barroca y de finales del s.XIX. Se le reconoce un original estilo hiper-surrealista basada en sus curiosos y extraños personajes, introducidos en vívidos estados alucinatórios y en horribles (pero a la vez bellas) pesadillas.

Lo poético y lo macabro conviven en las imágenes de Floria, prótesis e instrumentación médica se mezclan con bellas telas y suntuosos mobiliarios que albergan lánguidos, inquietantes y desesperados seres humanos (o semihumanos). Todo ello cargado de un colorismo excepcional.


El porqué de dedicarle estas letras a esta artista es su imprescindible presencia en los créditos de artistas visuales y directores de cine, que perciben en la obra de Sigismondi las fuentes de donde ha bebido, entre otros, Hans Belmer, Francis Bacon, Diane Arbus, David Lync o las obras de la Grecia clásica y la ciencia médica.


Como ella misma desvela, le interesa la idea de la belleza cambiante que no se puede controlar, y a veces se nutre del horror para evolucionar. Por eso se interesa en el cuerpo humano y en sus procesos de deconstrucción. La biotecnología, concepto que la obsesiona, es para ella un recurso conceptual complejo, aterrados, misterioso y bello. Por eso sus imagenes parecen deconstruirse para poder rehacerse utilizando los medios tecnológicos que la ciencia les ofrece.


Sus fotografías comparten circuitos de exposición con obras de la altura de Cindy Sherman, Rebecca Horn, Vanessa Beecroft, Tony Oursler, Donald Lipski, Roberto Clemente, o Joel-Peter Witkin. Y sus más recientes proyectos combinan la fotografía con la escultura, proyectos que están gozando de gran reconocimiento desde Nueva York hasta Toronto. Lo que le ha servido para publicar un monográfico sobre su obra y trabajar como directoira de arte para aclamados artista como David Bowie, Marilyn Manson, Tricky, Leonard Cohen, The Withe Stripes o Bjork

Video-clip de The Cure

Video para David Bowie

Su primera incursión como cineasta la lleva a cabo en 2006 con el cortometraje 'Postmortem bliss', una curiosa re-versión de 'Rebel with a cause', que como ella misma comenta:

Es el retrato de la confusión y el dolor que está presente en el filme de Nicholas Ray, pero ahora desde una perspectiva moderna. Hoy en día, las instituciones y sus educadores establecen que el dolor y la confusión que están presentes durante la adolescencia son resultado de un desorden mental. Postmortem Bliss es un cortometraje acerca de la generación adicta e incomprendida de jóvenes de en nuestros días.

Más info:

Floria Sigismondi en la wiki
Web de Floria Sigismondi